La Suite Al Mamoun · Palacio La Mamounia Marrakech
Cuando Oriente se funde con el Barroco
El nombre de esta Suite de Excepción nos recuerda que la historia de La Mamounia comenzó allá por el siglo XVIII, cuando el príncipe Al Mamoun recibió de su padre un suntuoso jardín de trece hectáreas como regalo de boda.
Es al esplendor de aquella época al que rinde homenaje la decoración, expresión del lujo supremo con sus techos de madera tallada, sus frisos de yeso cincelado y sus mosaicos de zelliges.
Un destino en sí misma
Decorada con cuadros y objetos de arte procedentes de todos los rincones del mundo, marcada con pinceladas de terciopelo rojo intenso, la Suite de Excepción Al Mamoun refleja múltiples influencias que forman una alquimia perfecta entre Oriente y el Barroco. Sus sillas del siglo XVIII, tapizadas con motivos florales, parecen esperar a los invitados del príncipe Al Mamoun. La luz es la principal protagonista, irradiando desde la gran lámpara de araña del salón, invitándose a través de las grandes ventanas y suavizando el ambiente de los espacios íntimos.
La mirada queda cautivada por los dos jarrones chinos con pedestal que enmarcan los grandes ventanales, abiertos hacia las terrazas. A lo lejos, el Atlas es el telón de fondo que sublima este oasis real. La Suite de Excepción Al Mamoun es un destino en sí misma.
La Suite Al Mamoun, provista de dos dormitorios con cama grande y dos camas gemelas, así como de un salón y un cuarto de baño con ducha y bañera separadas, es la mayor de las Suites de Excepción con su superficie de 212 m², ideal para quienes buscan espacio al mismo tiempo que intimidad.