Los Salones de Té en Marrakech
Una irresistible pausa gastronómica con la firma de Pierre Hermé
« La única manera de librarse de la tentación es ceder a ella » decía Oscar Wilde.
Un consejo que seguimos gustosos ante las irresistibles delicias dulces de Pierre Hermé. Si hay algo que elegir, sería más bien el lugar: ¿el encantador Menzeh par Pierre Hermé en el corazón de los Jardines o el deslumbrante patio andaluz?
A cualquier hora del día, los salones de té de La Mamounia le invitan a suspender el tiempo para disfrutar de una apacible pausa.
Para satisfacer tanto los antojos dulces como los salados, Pierre Hermé ha elaborado una carta que hará las delicias de los amantes de grandes clásicos como los macarrones, las magdalenas y otros divinos dulces, pero también de quienes buscan nuevas alquimias gastronómicas.
Una pausa en uno de los salones de té de La Mamounia es siempre una experiencia en la que brilla el talento de uno de los más grandes pasteleros del mundo: basta con probar sus creaciones exclusivas para La Mamounia, cuyas fuentes de inspiración son homenajes a la riqueza del patrimonio culinario marroquí.
La carta de Pierre Hermé propone delicias dulces y saladas para cualquier momento del día.
Por la mañana, disfrute de nuestro reconfortante desayuno con una sabrosa selección de bollería clásica o de autor, acompañada de una bebida caliente, un zumo de fruta fresco, fruta de temporada y un yogur Ispahan.
Para quienes deseen disfrutar de un marco incomparable a la hora del almuerzo, Le Salon de Thé apuesta por una oferta ligera y refinada: bocadillos de pollo o vegetarianos, rollos de langosta, sándwiches calientes, hamburguesa de ternera Pierre Hermé, ensaladas en versión César con pollo o gambas a la plancha, o asociando el bogavante con unas sutiles notas de pomelo y cilantro fresco... Y, para terminar, un plato de postre a elegir entre diferentes opciones con protagonismo de la fruta, el caramelo o el chocolate.
La experiencia de la merienda Pierre Hermé, símbolo del estilo de vida de La Mamounia, sigue siendo una ineludible cita gastronómica para sus numerosos adeptos. También en este caso, existe una amplia oferta con un sinfín de propuestas, a cuál más tentadora: un surtido dulce y salado regado con un cóctel de champán, minibocadillos de salmón ahumado, César y vegetarianos, magdalenas, dulces individuales... Sin olvidar, por supuesto, los icónicos macarrones, empezando por las creaciones exclusivas de Pierre Hermé para La Mamounia: dátiles y té Earl grey o amlou.
